viernes, 8 de febrero de 2013

Y ¿CÓMO VENCER EL MAL?




ROMANOS 12:19-21

No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. Antes bien,

«Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber.
Actuando así, harás que se avergüence de su conducta.»


No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.

                 

Esta mañana desperté con esta frase “Jehová defenderá mi causa”. 

Buscando un poco sobre el tema, me encuentro con la Historia de Saúl y David. Los que hemos escuchado o leído acerca de la historia de estos dos hombres, sabemos que Saúl fue el Primer Rey de Israel, pero debido a su conducta y el hacer cosas que desagradan a Dios. Dios se apartó de él y por medio del profeta Samuel Dios unge a David como el nuevo Rey de Israel. 

La historia cuenta que David hayo gracia ante los ojos de Dios. Inclusive nos ilustra la Biblia que fue un hombre conforme al corazón de Dios. Fue una persona humilde que a pesar de sus múltiples errores siempre supo reconocerlos y se humillo ante Dios, busco su perdón y se apartó del mal. Inclusive uno de sus salmos lo ilustra muy bien: 

                                         

Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado.
Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable.
Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre.
Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría (Salmos 51:3-6) 

David se convirtió en un excelente guerrero, inclusive la gente los comparó diciendo: Saúl mató a 1,000 y David a 10,000. Esto, y el éxito que empezó a tener David donde sea que se encontrara. Saúl odio a David al punto de varias ocasiones atentar contra su vida. 

Lo curioso es que David logro salir vivo de toda trampa que Saúl le puso con la intención de matarlo. 

Pero hubo una ocasión en la que David tuvo la oportunidad de matar a Saúl (En 1 Samuel 24), pero solamente le cortó el borde de su manto, porque se arrepintió de hacer algo en contra de él. 

Dejemos que el pasaje lo cuente mejor que yo: 

David se levantó y, sin hacer ruido, cortó el borde del manto de Saúl. Pero le remordió la conciencia por lo que había hecho, y les dijo a sus hombres: 


—¡Que el Señor me libre de hacerle al rey lo que ustedes sugieren! No puedo alzar la mano contra él, porque es el *ungido del Señor. 


Tuvo la oportunidad de matarlo y no lo hizo, inclusive le dijo a Saúl: 


—¡Majestad, Majestad! 

Saúl miró hacia atrás, y David, postrándose rostro en tierra, se inclinó y le dijo: 

¿Por qué hace caso Su Majestad a los que dicen que yo quiero hacerle daño? Usted podrá ver con sus propios ojos que hoy mismo, en esta cueva, el Señor lo había entregado en mis manos. Mis hombres me incitaban a que lo matara, pero yo respeté su vida y dije: “No puedo alzar la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor.” 

                                                
David se humilla ante el Rey y se compara con un perro muerto y además reconoce a Dios como el único que lo conoce y quien juzgará y lo defenderá: 


¿Contra quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¡A un perro muerto! ¡A una pulga! ¡Que sea el Señor quien juzgue y dicte la sentencia entre nosotros dos! ¡Que examine mi causa, y me defienda y me libre de usted! 

Y concluimos con lo que responde Saúl a David: 


Has actuado mejor que yo —continuó Saúl—. Me has devuelto bien por mal. Hoy me has hecho reconocer lo bien que me has tratado, pues el Señor me entregó en tus manos, y no me mataste. ¿Quién encuentra a su enemigo y le perdona la vida? ¡Que el Señor te recompense por lo bien que me has tratado hoy! Ahora caigo en cuenta de que tú serás el rey, y de que consolidarás el reino de Israel. 

 Excelente!! 

Dios nos defiende! 

Entonces entendemos que el arma mortal en contra del MAL es el BIEN 

Después nos cuenta la historia que Saúl muere pero no por mano de David sino por su propia mano en una pelea en contra de los filisteos, Saúl fue herido, y prefirió matarse el mismo antes que los filisteos lo hicieran: 

Entonces Saúl le dijo a su escudero: 


—Saca tu espada y mátame. Hazlo antes de que vengan esos extranjeros idólatras. De lo contrario, se burlarán de mí y me rematarán. 

Pero su escudero tenía tanto miedo que no se atrevió a matarlo. Entonces Saúl tomó su espada y se echó sobre ella 


Quien lo mato? El mismo. Por la consecuencia de sus actos, ya no contó con el favor de Dios. 

Todo cae por su propio peso! 

Regresamos a lo que dice Romanos 12:21 “No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” 
                                     

Así que amigo si estás pasando por una situación de injusticia, de estrés donde a veces sientes que no puedes más, que hay mucha oposición y que hay personas que están buscando el mal contra ti. NO OLVIDES! Que hay alguien muy poderoso QUE DEFIENDE TU CAUSA! 

Y NOS DA TAN HERMOSAS PROMESAS: 
                                 
MATEO 5:3-10
«Dios bendice a los que confían  
totalmente en él,
pues ellos forman parte de su reino.
Dios bendice a los que sufren,
pues él los consolará.
Dios bendice a los humildes,
pues ellos recibirán la tierra prometida.
Dios bendice a los que desean la justicia,
pues él les cumplirá su deseo.
Dios bendice a los que son compasivos,
pues él será compasivo con ellos.
Dios bendice a los que tienen
un corazón puro,
pues ellos verán a Dios.
Dios bendice a los que trabajan
para que haya paz en el mundo,
pues ellos serán llamados hijos de Dios.
Dios bendice a los que son maltratados
por practicar la justicia,
pues ellos forman parte de su reino
 

Por Sury Vega