viernes, 27 de septiembre de 2013

¿QUÉ ES LA FELICIDAD? ¿ES DIOS O TU FAMILIA? ¿O AMBAS?


Hace tiempo, me hicieron una pregunta que me hizo reflexionar respecto a lo que es la felicidad. Por lo que me tomo el atrevimiento de mostrarles la pregunta, y cuál fue mi respuesta a esta interrogante.

Se que probablemente algunos de nosotros ya nos la hemos hecho o probablemente nos la han hecho, es por eso que el día de hoy quise compartirla con el deseo de que reflexionemos en ello.

PREGUNTA: ¿Para ti que es la felicidad? ¿Es solamente Dios o tu familia? ¿O las dos anteriores?

Respuesta: DIOS, PERO TODO

Te contestaré por orden de prioridades, en primer  lugar, reconozco que para mí la existencia y el tener una cercanía con Dios es vital tanto para mi vida como para el ser humano.

1.       El Amor de Dios es lo que conlleva todo:

He escuchado comúnmente que la gente dice que será feliz cuando logren cierta meta: tener una casa, tener un excelente trabajo, recibirse de alguna carrera, encontrar al amor de su vida, etc.


Eso me lleva a pensar que están pensando en el futuro ser feliz, porque en el momento no lo son.
Sin embargo, sabemos que puede haber gente muy exitosa, probablemente haya gerentes generales y son muy infelices, hay artistas muy famosos pero con un vacío enorme en su corazón. O puedes ser la persona más buena y más caritativa pero aun sin tener la total plenitud.


Eso es lo que hace el amor de Dios, lo llena todo, cuando uno decide acercarse a Dios, no por pretender ser una persona buena, sino porque reconoce que realmente necesita de El, de su amor, conocerlo y experimentarlo y decirle: Dios te quiero conocer, ven a mi vida. El va llenando esos vacíos. Y en los momentos difíciles, te ayuda a sobrellevar toda situación.

Reconozco que Dios es parte importante para mi felicidad, ahora puedo entender que gracias a él lo tengo todo, aunque parezca poco o mucho. El me lo da todo. Y debo ser agradecida

2.       La familia.

Esto también es parte de la felicidad, independientemente de el entorno en que se vive, Dios nos anima a amar a nuestra familia, a amar a nuestro esposo o esposa, un pasaje de la Biblia dice: Goza la vida con la mujer que amas porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol”. Al principio en un matrimonio podría ser fácil hacer esto, pero después la emoción del enamoramiento pasa, es ahí donde debemos aprender a gozar y disfrutar, muchas veces pasa de que ya no disfrutas el matrimonio porque dejas de disfrutarlo, porque te enfocas a otras prioridades, porque te afanas en otras cosas. La clave es en aprender a disfrutar, y ser agradecida independientemente de cómo sea el marido o los padres, etc.

Pero, la felicidad también depende de mi. La misma Biblia me dice que debo disfrutar y ser agradecido. Lo que quiero decir es que mi actitud depende mucho para que yo sea feliz.

3.       Yo, mis amigos, mis metas, mi entorno:

Como te mencionaba, Dios es la fuente de todo y en el puedes hallar descanso, pero también uno debe tomar con buena actitud en todo, al principio te mencionaba lo que la gente comúnmente dice acerca de la felicidad, lo mira como algo a futuro, porque en el momento no lo tiene. Dios nos dice que disfrutemos de lo que tenemos, es bueno tener metas pero no que esas metas sean el centro de todo, sino que disfrutemos lo que tenemos en el momento, sea poco o mucho con buena actitud.

Por ejemplo, si digo: Este trabajo me hace muy feliz, No es que sea “El trabajo el que me hace Feliz”, es porque “YO soy Feliz, es porque me hace feliz el trabajo”.


Espero y me haya dado a entender, en si, si es Dios, pero también lo es todo jejeje. Y no son las metas, sino como aprendes a vivir el día a día, como dicen por ahí: “Un día a la vez”, habrá momentos muy emocionantes donde todo te sale bien, pero habrá momentos en los que parezca que tu mundo se va a derrumbar. Aun en eso, descansar en Dios. la biblia dice: Que busques primero a Él, ya todo lo demás vendrá añadido.

Y pues en si lo que yo entiendo por felicidad, para mi es Dios, disfrutar y aprender de todo lo que él me enseña, lo que vivo, pero sé también que en este mundo está limitado en cuanto a la felicidad. Yo guardo la esperanza en una felicidad con mayor plenitud a la de aquí en este mundo.. Que es la que se me tiene preparada el día en que yo muera, “la vida eterna con Dios”.

 SURY VEGA

miércoles, 11 de septiembre de 2013

DE LA FRUSTRACION AL ÉXITO


¿Llegas a mitad de semana y te das cuenta que ese ánimo no se parece en nada al que tenías el día lunes? Ya no hay esa chispa y ese ímpetu, ahora solo esperas el ansiado viernes para descansar de la rutina y el estrés de la semana? O peor aún… Te das cuenta de que así pasan  tus semanas, tus meses, hasta tus años?  Te encuentras pedaleando en una bicicleta estacionaria? Te esfuerzas, te desgastas y no ves que llegas a tus metas o no avanzas como quisieras?

Probablemente estés pasando por lo que todos los seres humanos experimentamos en algún momento de nuestras vidas, se llama frustración y puede afectarnos en cualquier ámbito de la vida, sea laboral, familiar, relaciones, amor, etc…

La frustración tiene la capacidad de destruir sueños, y de convertir una actitud de poder y dominio en un estado de desánimo y fracaso rotundo.  Nos paraliza, no saca de orden, perdemos disciplina y nos desenfocamos de nuestros objetivos.

La buena noticia es que justamente de frustraciones está lleno el camino hacia el éxito y el logro de tus sueños.  Pregúntale a cualquier persona exitosa en los negocios, y sabrás que antes de alcanzar ese éxito, tuvo un montón de fracasos. Pregúntale a esa pareja o a ese matrimonio perfecto y enamorado, no te imaginas cuantas decepciones sufrieron antes de encontrar el verdadero y genuino amor. Pregúntale a esa madre soltera, que logro darles sustento y educación a sus hijos, cuantas crisis tuvo que pasar para lograrlo. Pero tú tienes la opción de ser cualquiera de estas dos personas: los que superaron la frustración, o los que se quedaron deseando haber sido capaces de superarla.

Es por eso que hoy Dios te dice: “Mira que te mando a que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes porque el Señor tu Dios, estará contigo en donde quiera que vayas” Jos 1:9

Nota que el esforzarse y ser valiente no es una opción, sino un mandato de Dios,  el hecho de que el Señor nos manda a no temer ni desmayar, lleva consigo al hecho ineludible de que las cosas no serán sencillas, se nos anticipa que existirán frustraciones, crisis, temores, obstáculos, desánimos, de lo contrario no habría que mencionar la posibilidad de temer o desmayar, o esforzarte ni ser valiente. Y si bien todo esto ha de venir, también tienes contigo la promesa de Dios incluida que te dice: YO, TU DIOS ESTARE CONTIGO, ¿dónde? ¿En tu trabajo?, ¿En tu escuela? ¿En tu familia? ¿En tu noviazgo?  ¿En tu matrimonio? EN DONDE QUIERA QUE VAYAS, dice Dios. ¿Sabes qué quiere decir eso? Es en todo lugar, a toda hora y en todo momento, a donde te atrevas a ir, en lo que te atrevas a soñar y emprender ahí estará Dios contigo, ¿no te parece una promesa que inspira poder y confianza para superar cualquier frustración?


Todos aquellos que han triunfado en cualquier ámbito, saben que el éxito se encuentra justo al otro lado de la frustración y de la crisis.  Lo importante es lograr saltar hacia ese otro lado venciendo el obstáculo. No permitas que la frustración te convenza de parar en las acciones que has determinado llevar a cabo para el logro de tus objetivos.

Toma cada etapa de  frustración como una retroalimentación para darte cuenta en que estas fallando y que estrategias tomar para seguir adelante, el hecho de que cambies tu método de hacer las cosas no hace que cambies tus objetivos, sueños y metas, no pierdas el enfoque, sigue empujando y sobre todo no olvides nunca jamás, que DIOS ESTARA CONTIGO EN TODO MOMENTO… Que sigas teniendo una bonita semana y que la Bendición del Padre sea contigo, hoy mañana, y siempre…

VicMan Ibáñez



martes, 2 de abril de 2013

LIBRE DE PREOCUPACIONES




Esta ocasión quiero hablarles de un padecimiento, que por muchos ha sido definido como la enfermedad del siglo. Ya ha sido estudiado por muchos expertos en el tema, que han llegado a la conclusión de que se trata de una epidemia, debido a los altos índices en los que se presenta dentro de la población mundial. Me refiero al estrés… 

Es curioso ver cómo hemos minimizado este problema con el pasar de los años. Y como hemos aprendido a soportar este padecimiento, antes que buscar erradicarlo de raíz. Ahora parece casi normal estar estresado: el estrés en la pareja, el estrés en la economía, el estrés en la familia, el estrés en el noviazgo, el estrés en los estudios, el estrés en la iglesia, el estrés laboral, etc… Es un término común hoy en día. ¿Cómo puede ser esto posible? 

Pues reflexionando en esto es que me decidí a escribir al respecto, pues más allá de las soluciones para este mal, que rondan por todas partes que van desde terapias y masajes hasta los más poderosos fármacos, yo estoy convencido que la única, verdadera e infalible solución para el estrés se encuentra en Dios y es justo lo que con ayuda del Señor voy a demostrarte en esta ocasión. Así que, por principio vamos a conocer que es exactamente lo que estamos enfrentando…


¿Qué es el estrés?
El estrés es un proceso que surge de las exigencias que recibe una persona de su entorno, mismas a las cuales debe responder con los recursos que tiene a la mano. Cuando las exigencias (trabajo, escuela, familia, economía, etc.) que recibe la persona son mayores a los recursos con los que cuenta, se desencadena una seria de reacciones emocionales negativas de las cuales podemos mencionar como las más importantes: la ansiedad, la ira y la depresión. Esta es la definición parafraseada del fisiólogo canadiense Selye, pionero en los estudios del estrés (1956).


Tomando en cuenta la definición que acabamos de leer podemos asumir que todos nosotros estamos expuestos a estrés durante nuestra vida, pues todos recibimos exigencias de nuestro entorno. El meollo del asunto es como hemos de responder a dichas exigencias, pues en su manera más simple y natural el estrés no es malo, es de hecho, un estado de alerta que nos permite percatarnos de situaciones ante las cuales debemos actuar oportunamente. Pero este “estrés bueno” se supone que debe alertar, ayudar a resolver la situación y regresar a un estado de calma donde no nos afecta ni nos agobia. Cosa que no sucede en la mayoría de los casos. Si no que se convierte en estado de alerta constante, que hace que determinada situación se convierta en preocupación y la pre - ocupación es ocuparse de algo que todavía no ha ocurrido y que puede o no acontecer en el futuro; es depositar nuestras energías en adelantarse a acontecimientos que tal vez no ocurran nunca. ­ 

Recuerdas cuando fue la última vez que te preocupaste?
--Justo mientras leo esto, estoy preocupado...podrías decir.


Vivimos preocupados, por el trabajo, por los estudios, los hijos, la familia, la salud, la economía, la pareja, por hacer felices a los que nos rodean, por la seguridad de los que amamos, etc. Y todo esto quizá sin ser consiente de ello, porque ya es un hábito. Pero después de un tiempo esas preocupación que parecen estar limitaras a nuestro lado interno, empiezan a manifestarse externamente, en nuestro físico y vamos sintiendo síntomas como: dolores de cabeza, tensión muscular, dolores de espalda, de cuello, gastritis, colitis, mareos, insomnio, desanimo, cansancio, nos volvemos intolerantes, tenemos altas y bajas en nuestro estado de ánimo, debilidad el sistema inmunológico, enfermamos con mayor frecuencia, entre otras cosa. 

Entonces, alguien nos dice: 


  —Debe ser que estas estresado; tomate unos días de descanso, ve a que te den un masaje, escucha esta música relajante, prueba la aromaterapia, que te pongas agujas, o algo que venga de oriente!

Y lo cierto es que todas estas cosas pueden funcionar a nivel físico, es decir, lograras aliviar quizá con un masaje tu dolor de espalda y cuello, te sentirás mejor, tus músculos tensos se van a relajar y tendrás alivio. Pero solo estarás cubriendo los síntomas del estrés y no las causas que lo originan. Si tus preocupaciones te causan insomnio, probablemente lo soluciones con una pastilla que te haga dormir como un bebe, pero a la mañana siguiente la preocupación seguirá ahí, tu insomnio es un síntoma no el origen de tu preocupación. 

Es como ir al médico porque tienes una uña enterrada que te está torturando y que tú sabes que la solución es sacarla; entonces el medico solo te da analgésicos para el dolor, tal vez algo de anestesia local para la molestia, te aliviara de momento pero el sufrimiento volverá una vez que pasen los efectos del medicamento, pues la uña enterrada sigue ahí. Entonces es necesario sacarla de raíz para permitir que crezca una nueva y sana… 

Así es justo como debemos hacer con el estrés y la preocupaciones; debemos aprender a manejarlas desde el interior pues es ahí donde se originan. Y la buena noticia es que Dios es el experto en trabajar nuestro interior, así que nos dejaremos de tecnicismos e iniciamos con la terapia! Jejeje… 

Lucas 10:38-41(NVI) 

En su viaje hacia Jerusalén, Jesús y sus discípulos pasaron por un pueblo. Allí, una mujer llamada Marta recibió a Jesús en su casa. En la casa también estaba María, que era hermana de Marta. María se sentó junto a Jesús para escuchar atentamente lo que él decía. Marta, en cambio, estaba ocupada en preparar la comida y en los quehaceres de la casa. Por eso, se acercó a Jesús y le dijo: 

—Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola, haciendo todo el trabajo de la casa? Dile que me ayude. 

Pero Jesús le contestó: 

—Marta, Marta, ¿por qué te preocupas por tantas cosas? Hay algo más importante. María lo ha elegido, y nadie se lo va a quitar.

En este pasaje, vemos cómo es que el Señor nos pide que enfoquemos nuestra atención en El. Debemos ir primeramente ante su presencia, antes que enfocarnos en las preocupaciones. Así es como hizo María, dice que ella se sentó junto a Jesús para escuchar atentamente lo que decía. —Yo no creo que María haya sido una mujer perezosa. Seguramente su intención también era la de atender a Jesús y a los invitados. Pero en ese momento, lo más importante era escuchar lo que el Señor tenía para decir y en eso se enfocó. Esa debe ser nuestra prioridad también; debemos aprender a escucharlo antes de poner todas nuestras energías en atender las preocupaciones. Porque es precisamente de Dios que vendrá nuestro bienestar espiritual para afrontar cualquier angustia que nos aqueje. 

Cuando surja la preocupación en tu vida inmediatamente ve a Dios en oración, presenta ante El tus cargas, y pide de su guía para afrontar tus crisis. No pidas milagros que te resuelvan las cosas como por arte de magia, pues si no estás listo para entender y aceptar la perfecta voluntad de Dios, quizás el milagro no ocurra y tu preocupación aumente. Pide fortaleza, guía, sabiduría, carácter, tolerancia, paciencia, fe si te hiciera falta. Es más factible que recibas estas cosas a manera de herramientas, con las cuales saldrás victorioso de tu crisis, pero para ello tendrás que poner manos a la obra, ninguna dificultad se supera permaneciendo sentado, sino estando en movimiento. Como recientemente escuche decir a una sierva de Dios: 


—La oración va acompañada de acción.

Filipenses 4:6,7 (NVI) 

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Aquí la biblia primeramente nos dice que no estemos inquietos (preocupados) por nada, y nos confirma que debemos presentar nuestras peticiones a Dios en oración; sin olvidar algo muy importante que es darle gracias. Y esta parte podría parecer de locos cuando nos encontramos en crisis. — ¿Cómo voy a dar gracias a Dios por esto que no me gusta y que no quiero?  

El dar gracias no significa que queremos permanecer en la crisis, significa dependencia. Es la manera en la que le decimos a Dios que aceptamos su perfecta voluntad en nuestra vida, pero que estamos listos para superar esa prueba y ser levantados a niveles mayores. No reniegues de lo que ahora te pasa, para que Dios, viendo que le eres fiel en lo poco, te ponga sobre mucho. Y esto no es ser conformista, ni falto de sueños y aspiraciones, lo que te quiero decir, es que, al renegar de tu presente, reniegas de tu vida y reniegas de tu Creador, y eso no es agradable a Dios. En lo personal pienso que renegar de mi presente y de mi realidad es lo mismo que maldecir mi vida. Yo mismo soy padre y no me agradaría de que mis hijos fueran por la vida dudando de que yo los vaya a proteger de algún peligro, o que duden de si mañana van a poder comer o los dejare morir de hambre, o que pienses que su padre ya no los amara por que cometieron algún error o hicieron una travesura. No lo permitiría, yo quiero que ellos estén seguros de que yo siendo su padre los protegeré, les proveeré de lo que necesitan, y que los amo por sobre toda travesura que puedan cometer. 

Pues Dios quiere lo mismo de nosotros, y no vernos renegando, dudando y teniendo temor de nuestras preocupaciones. Nos quiere ver confiados y seguros de que tenemos un Dios poderoso, un Padre amoroso que se preocupa de nuestras necesidades y nos libra de nuestras preocupaciones y ansiedades, sacándonos victoriosos de cada batalla que libremos en Fe.

Pero — Un momento! — No olvidemos la promesa de Dios que viene incluida en este pasaje, pues si llevo mis preocupaciones a Dios en oración y ruego, pidiéndole guía y agradeciéndole lo que ha hecho en mi vida (aun lo que no me agrada), entonces Dios me dice: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. —Que hermosa promesa! — ¿Tú has sentido alguna vez esa paz que menciona la biblia?­ — Yo si…
Y no es otra cosa que sentir la presencia de Dios habitando de continuo tu corazón y tu mente, cuando estas en medio de la crisis, es caminar firme y seguro aun en caminos difíciles, oscuros y llenos de obstáculos, porque Dios está contigo y si Dios está contigo no hay quien pueda detenerte para llegar a lo que Él tiene preparado para ti. 
— ¿Y sabes que es lo que Dios tiene preparado para ti? 
Jeremías 29:11 (NVI) 
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
¿No tendría que ser esto más que suficiente para vivir sin preocupaciones innecesarias, y estar confiados en lo que Dios tiene preparado para nuestro futuro? — Yo creo que sí. Pero si no nos fuese suficiente y siguiéramos aferrados en preocuparnos por el futuro, Dios nos dice…

Mateo 6:34 (NVI) 
Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.

El Señor quiere decirnos que no debemos estar enfocados más que en el presente, ya que es lo único en lo que tenemos “control”, el pasado ya fue, nada podemos hacer para cambiarlo, y el futuro solo le pertenece a Dios. Debemos vivir un día a la vez con Dios. Orar por la mañana encomendando tu día y sus preocupaciones, sin olvidar dar gracias, y salir a enfrentar la vida con todo lo que con el ello conlleva, pero ya no vas solo, sino con la presencia de Dios en tu corazón, y con esa paz que sobre pasa todo entendimiento y que te dará descanso. Harás lo mejor que este en ti para afrontar las dificultades que se te presenten. Y al final del día, iras de nuevo a la presencia de Dios en oración, agradeciéndole por haberte permitido vivir durante veinticuatro horas más en sus caminos, dejaras de nuevo tus cargas en sus manos y te iras a la cama a descansar como un bebe. Y al siguiente día empezamos de nuevo… Eso es vivir un día a la vez sin preocupaciones. 

Si pudiéramos hacer de esto un hábito, estoy seguro que no estaríamos más con preocupaciones y estrés. Te invito a reflexionarlo y sobre todo a ponerlo por obra. 

No sin antes decirte que en mi oración está el verte a ti, libre de todo estrés, preocupación, carga o crisis que pueda estar tribulando tu vida en estos momentos y mi mayor anhelo este día, es que Dios pueda abrir en ti, el entendimiento para recibir su palabra y el deseo de ponerla por obra para tu propio bienestar y para la Honra y Gloria de nuestro Señor Jesucristo. Que la Bendición y la Paz infinita del Padre sea contigo, todos los días de tu vida… Amén!

VicMan Ibáñez
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; 
no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios 
estará contigo en dondequiera que vayas. 
Josué 1:9

viernes, 8 de febrero de 2013

Y ¿CÓMO VENCER EL MAL?




ROMANOS 12:19-21

No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. Antes bien,

«Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber.
Actuando así, harás que se avergüence de su conducta.»


No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.

                 

Esta mañana desperté con esta frase “Jehová defenderá mi causa”. 

Buscando un poco sobre el tema, me encuentro con la Historia de Saúl y David. Los que hemos escuchado o leído acerca de la historia de estos dos hombres, sabemos que Saúl fue el Primer Rey de Israel, pero debido a su conducta y el hacer cosas que desagradan a Dios. Dios se apartó de él y por medio del profeta Samuel Dios unge a David como el nuevo Rey de Israel. 

La historia cuenta que David hayo gracia ante los ojos de Dios. Inclusive nos ilustra la Biblia que fue un hombre conforme al corazón de Dios. Fue una persona humilde que a pesar de sus múltiples errores siempre supo reconocerlos y se humillo ante Dios, busco su perdón y se apartó del mal. Inclusive uno de sus salmos lo ilustra muy bien: 

                                         

Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado.
Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable.
Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre.
Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría (Salmos 51:3-6) 

David se convirtió en un excelente guerrero, inclusive la gente los comparó diciendo: Saúl mató a 1,000 y David a 10,000. Esto, y el éxito que empezó a tener David donde sea que se encontrara. Saúl odio a David al punto de varias ocasiones atentar contra su vida. 

Lo curioso es que David logro salir vivo de toda trampa que Saúl le puso con la intención de matarlo. 

Pero hubo una ocasión en la que David tuvo la oportunidad de matar a Saúl (En 1 Samuel 24), pero solamente le cortó el borde de su manto, porque se arrepintió de hacer algo en contra de él. 

Dejemos que el pasaje lo cuente mejor que yo: 

David se levantó y, sin hacer ruido, cortó el borde del manto de Saúl. Pero le remordió la conciencia por lo que había hecho, y les dijo a sus hombres: 


—¡Que el Señor me libre de hacerle al rey lo que ustedes sugieren! No puedo alzar la mano contra él, porque es el *ungido del Señor. 


Tuvo la oportunidad de matarlo y no lo hizo, inclusive le dijo a Saúl: 


—¡Majestad, Majestad! 

Saúl miró hacia atrás, y David, postrándose rostro en tierra, se inclinó y le dijo: 

¿Por qué hace caso Su Majestad a los que dicen que yo quiero hacerle daño? Usted podrá ver con sus propios ojos que hoy mismo, en esta cueva, el Señor lo había entregado en mis manos. Mis hombres me incitaban a que lo matara, pero yo respeté su vida y dije: “No puedo alzar la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor.” 

                                                
David se humilla ante el Rey y se compara con un perro muerto y además reconoce a Dios como el único que lo conoce y quien juzgará y lo defenderá: 


¿Contra quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¡A un perro muerto! ¡A una pulga! ¡Que sea el Señor quien juzgue y dicte la sentencia entre nosotros dos! ¡Que examine mi causa, y me defienda y me libre de usted! 

Y concluimos con lo que responde Saúl a David: 


Has actuado mejor que yo —continuó Saúl—. Me has devuelto bien por mal. Hoy me has hecho reconocer lo bien que me has tratado, pues el Señor me entregó en tus manos, y no me mataste. ¿Quién encuentra a su enemigo y le perdona la vida? ¡Que el Señor te recompense por lo bien que me has tratado hoy! Ahora caigo en cuenta de que tú serás el rey, y de que consolidarás el reino de Israel. 

 Excelente!! 

Dios nos defiende! 

Entonces entendemos que el arma mortal en contra del MAL es el BIEN 

Después nos cuenta la historia que Saúl muere pero no por mano de David sino por su propia mano en una pelea en contra de los filisteos, Saúl fue herido, y prefirió matarse el mismo antes que los filisteos lo hicieran: 

Entonces Saúl le dijo a su escudero: 


—Saca tu espada y mátame. Hazlo antes de que vengan esos extranjeros idólatras. De lo contrario, se burlarán de mí y me rematarán. 

Pero su escudero tenía tanto miedo que no se atrevió a matarlo. Entonces Saúl tomó su espada y se echó sobre ella 


Quien lo mato? El mismo. Por la consecuencia de sus actos, ya no contó con el favor de Dios. 

Todo cae por su propio peso! 

Regresamos a lo que dice Romanos 12:21 “No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” 
                                     

Así que amigo si estás pasando por una situación de injusticia, de estrés donde a veces sientes que no puedes más, que hay mucha oposición y que hay personas que están buscando el mal contra ti. NO OLVIDES! Que hay alguien muy poderoso QUE DEFIENDE TU CAUSA! 

Y NOS DA TAN HERMOSAS PROMESAS: 
                                 
MATEO 5:3-10
«Dios bendice a los que confían  
totalmente en él,
pues ellos forman parte de su reino.
Dios bendice a los que sufren,
pues él los consolará.
Dios bendice a los humildes,
pues ellos recibirán la tierra prometida.
Dios bendice a los que desean la justicia,
pues él les cumplirá su deseo.
Dios bendice a los que son compasivos,
pues él será compasivo con ellos.
Dios bendice a los que tienen
un corazón puro,
pues ellos verán a Dios.
Dios bendice a los que trabajan
para que haya paz en el mundo,
pues ellos serán llamados hijos de Dios.
Dios bendice a los que son maltratados
por practicar la justicia,
pues ellos forman parte de su reino
 

Por Sury Vega