¿Llegas a mitad de semana y te das cuenta que ese
ánimo no se parece en nada al que tenías el día lunes? Ya no hay esa chispa y
ese ímpetu, ahora solo esperas el ansiado viernes para descansar de la rutina y
el estrés de la semana? O peor aún… Te das cuenta de que así pasan tus semanas, tus meses, hasta tus años? Te encuentras pedaleando en una bicicleta
estacionaria? Te esfuerzas, te desgastas y no ves que llegas a tus metas o no
avanzas como quisieras?
Probablemente estés pasando por lo que todos los
seres humanos experimentamos en algún momento de nuestras vidas, se llama
frustración y puede afectarnos en cualquier ámbito de la vida, sea laboral,
familiar, relaciones, amor, etc…
La frustración tiene la capacidad de destruir
sueños, y de convertir una actitud de poder y dominio en un estado de desánimo
y fracaso rotundo. Nos paraliza, no saca
de orden, perdemos disciplina y nos desenfocamos de nuestros objetivos.
La buena
noticia es que justamente de frustraciones está lleno el camino hacia el éxito
y el logro de tus sueños. Pregúntale a
cualquier persona exitosa en los negocios, y sabrás que antes de alcanzar ese
éxito, tuvo un montón de fracasos. Pregúntale a esa pareja o a ese matrimonio
perfecto y enamorado, no te imaginas cuantas decepciones sufrieron antes de
encontrar el verdadero y genuino amor. Pregúntale a esa madre soltera, que
logro darles sustento y educación a sus hijos, cuantas crisis tuvo que pasar
para lograrlo. Pero tú tienes la opción de ser cualquiera de estas dos
personas: los que superaron la frustración, o los que se quedaron deseando
haber sido capaces de superarla.
Es por eso que hoy Dios te dice: “Mira que te mando a que te esfuerces y
seas valiente, no temas ni desmayes porque el Señor tu Dios, estará contigo en
donde quiera que vayas” Jos 1:9
Nota que el esforzarse y ser valiente no es una
opción, sino un mandato de Dios, el
hecho de que el Señor nos manda a no temer ni desmayar, lleva consigo al hecho
ineludible de que las cosas no serán sencillas, se nos anticipa que existirán
frustraciones, crisis, temores, obstáculos, desánimos, de lo contrario no
habría que mencionar la posibilidad de temer o desmayar, o esforzarte ni ser
valiente. Y si bien todo esto ha de venir, también tienes contigo la promesa de
Dios incluida que te dice: YO, TU DIOS
ESTARE CONTIGO, ¿dónde? ¿En tu trabajo?, ¿En tu escuela? ¿En tu familia? ¿En
tu noviazgo? ¿En tu matrimonio? EN DONDE QUIERA QUE VAYAS, dice Dios. ¿Sabes
qué quiere decir eso? Es en todo lugar, a toda hora y en todo momento, a donde
te atrevas a ir, en lo que te atrevas a soñar y emprender ahí estará Dios
contigo, ¿no te parece una promesa que inspira poder y confianza para superar
cualquier frustración?
Todos
aquellos que han triunfado en cualquier ámbito, saben que el éxito se encuentra
justo al otro lado de la frustración y de la crisis. Lo importante es lograr saltar hacia ese otro
lado venciendo el obstáculo. No permitas que la frustración te convenza de
parar en las acciones que has determinado llevar a cabo para el logro de tus
objetivos.
Toma cada etapa de frustración como una retroalimentación para
darte cuenta en que estas fallando y que estrategias tomar para seguir
adelante, el hecho de que cambies tu método de hacer las cosas no hace que
cambies tus objetivos, sueños y metas, no pierdas el enfoque, sigue empujando y
sobre todo no olvides nunca jamás, que DIOS
ESTARA CONTIGO EN TODO MOMENTO… Que sigas teniendo una bonita semana y que
la Bendición del Padre sea contigo, hoy mañana, y siempre…
VicMan Ibáñez
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